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Prepara el café irlandés de primera clase. La esencia de tu cafetería
Descubre esta receta sobre cómo preparar un café irlandés de primera clase y transforma tu oferta. Una receta única que te permitirá aportar a tus clientes un menú distintivo y con un sabor inigualable.
Darle un toque especial a la carta de bebidas en tu bar, restaurante o cafetería es más fácil de lo que imaginas, sobre todo, si hablamos de recetas de café, algo de lo que, en Nestlé Professional, somos grandes conocedores. Entre las opciones más interesantes y fáciles de llevar a la práctica está el café irlandés. Esta receta tan singular como llena de matices convierte cada sorbo en una experiencia para los sentidos.
Si aún no conoces las bondades de esa deliciosa mezcla de café, whisky, azúcar y nata o crema de leche capaz de cautivar a tus clientes con una experiencia de sabor inigualable, ponte cómodo, te enseñamos cómo hacer café irlandés. ¡Arrancamos!
Café irlandés: una receta de éxito
Preparar el café irlandés de primera clase es todo un arte. No es solo mezclar ingredientes, es crear una experiencia única para el paladar de tus clientes. Por eso, la pericia del barista es tan importante como la elección de la materia prima. Pero vayamos por partes. En la base del café irlandés y sus ingredientes la selección del propio café ocupa un lugar destacado. ¿Nuestra recomendación? Utiliza un café de alta calidad, preferiblemente un espresso fuerte, para asegurar que el sabor sea robusto y complejo. Un café de tueste oscuro y sabor intenso, como el arábica o el robusta, realzará la complejidad del “Irish Coffe”. En todo caso, la clave está en encontrar la fórmula que mejor se adapte a tus preferencias y a las de tus clientes.
A continuación, elige un whisky a la altura de las circunstancias o, lo que es lo mismo, uno de la misma tierra que le da nombre a esta bebida y que acompañe a tu café irlandés en una receta de éxito. La fusión del café y el whisky es la esencia misma de esta bebida, y la elección adecuada marcará la diferencia. No escatimes en calidad, ya que un buen whisky aportará matices y aromas que elevarán tu café irlandés a otro nivel.
El azúcar es el siguiente protagonista. Añade la cantidad justa para equilibrar los sabores, sin opacar el amargor del café ni la intensidad del whisky. La nata o crema, finalmente, es la guinda del pastel. Si optas por esta última, viértela cuidadosamente sobre la parte posterior de una cuchara para que flote en la superficie, creando esa capa cremosa característica del café irlandés. También puedes incluir un toque de decoración con un par de granos de café, una pizca de canela molida o un poco de cacao en polvo, aunque esto es opcional y servirá, básicamente, para añadir un toque de color a la nueva incorporación de tu carta de recetas de café.
¿Dónde está el origen de la receta de café irlandés?
Si pensabas que la receta del café irlandés tenía su origen en la capital o los alrededores -por aquello de la fama de la ciudad-, sentimos sacarte de tu error. Lo cierto es que el café irlandés tiene sus raíces en la hospitalidad irlandesa, aunque a más de 230 kilómetros de la capital. Fue en Foynes (en el condado de Limerick, provincia de Munster) donde se creó esta curiosa bebida con el fin de calentar a los viajeros fatigados de un vuelo con destino a EEUU que, allá por los años 40, tuvo que dar la vuelta como consecuencia de las malas condiciones climatológicas.
El artífice de la receta que devolvería el calor a esos cuerpos ateridos de frío fue el cocinero de un pequeño pero lucrativo negocio de hostelería en este enclave: Joe Sheridan. Aunque en un primer momento su receta de café irlandés y la preparación fueron improvisadas, a la vista del éxito, ajustó las proporciones hasta conseguir el equilibrio perfecto. Más tarde -y llevada por su creciente fama-, la receta del café irlandés original fue exportada a distintos países. Hoy en día, es un imprescindible en la carta de cualquier negocio de hostelería que busque añadir un toque diferenciador a su oferta e, incluso, en algunos casos la preparación ha añadido variaciones que permiten encontrar distintas versiones alrededor del mundo.
Café irlandés: una receta de éxito
Sí, lo sabemos. Es cierto que más allá de hacer café irlandés puedes apostar por otras muchas recetas de café deliciosas y de corte internacional para incorporar a tu carta. Basta con hacer un rápido recorrido por el panorama de los baristas más consagrados para encontrar propuestas de todo tipo. Desde el espresso Martini de café donde el vodka, el licor de café y un espresso recién hecho se mezclan en una sinfonía perfecta, hasta el inconfundible café jamaicano con toques de ron y crema de coco, o el café mexicano con notas de tequila y canela. El catálogo es igualmente rico si hablamos de recetas de café sin alcohol: el mítico café bombón, el mocha clásico, el café frappé… Hay muchos ejemplos con los que sorprender a tu clientela invitándoles a probar bebidas de raíces cafeteras creativas.
Sin embargo, el encanto clásico y la versatilidad del café irlandés lo convierten en una apuesta segura. Desde hacer las veces de bebida reconfortante para las frías noches de invierno, hasta convertirse en el broche de oro perfecto para una cena elegante, esta elaboración se adapta a cualquier ocasión, brindando a tus clientes una opción de lo más recomendable.
El café irlandés no es solo una bebida. En Nestlé Professional sabemos que esta elaboración entraña un sinfín de matices: es una historia, una tradición y una experiencia sensorial que puede transformar la oferta de tu cafetería. Atrévete a incorporar esta deliciosa receta de café en tu menú y descubre cómo la esencia de tu bar cafetería pasa al siguiente nivel.